Preguntarme todas las veces que deseéis por qué no tengo un amor en mi vida, y yo os responderé: Es fácil la pregunta que me planteáis, pero la respuesta no puedo encontrarla, aunque sí puedo deciros que si encontráis a alguien que mire mis ojos y llegue a mi alma con la misma facilidad que acaricia mi pelo, que con sus labios susurra palabras pasionales, que no ve la imagen que tiene delante, si no que es capaz de adentrarse en el libro abierto que le muestro, sabréis la respuesta.
Necesito a alguien que, al igual que yo, vea las cualidades en las imperfecciones de su ser amado, que sienta cada segundo a su lado y no quiera desaprovecharlo, suspire por rozar sus manos desnudas, ría por acariciar el contorno de su cuerpo, observe su pasado y quiera acompañarme en mi futuro.
Nada es para siempre, pero un segundo a su lado puede ser una eternidad.
Entre lo superficial de este mundo, ¿dónde puedo encontrar a alguien de tal entusiasmo y carácter?
Si lo sabéis no dudéis en comunicármelo, siempre estaré esperando en las letras de una buena canción.
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